Pensando que con las últimas lluvias el Genal llevaría algo más de agua, nos hemos encontrado con un entorno nada que ver con lo deseado. Ya en la Venta San Juan la gran poza que esperábamos encontrar está casi vacía. Ya que estamos allí, iniciamos el sendero disfrutando del entorno de las pasarelas y de la frondosidad que nos rodea, siempre con la falta de agua de otros años. Una vez en el prado de la Escribana igualmente nos encontramos la gran poza vacía y en un estado lamentable. Solo nos quedó tomar un tentempié y dar la vuelta de nuevo hasta el punto de inicio. Esperemos que el clima cambie…