Disfrutamos de un sendero corto pero brillante por la impresionante Sierra de Grazalema, en un día espectacular donde el buen tiempo y los paisajes hicieron de la jornada una experiencia inolvidable. Rodeados de naturaleza, avanzamos por un entorno privilegiado lleno de vistas impresionantes y rincones únicos. La caminata estuvo marcada por la tranquilidad del lugar y la compañía insuperable de nuestra querida mascota Lola, quien, como siempre, añadió alegría y entusiasmo al recorrido. Fue una salida breve pero cargada de momentos especiales, perfecta para disfrutar de la belleza de esta maravillosa sierra. ¡Un día para recordar!