Magnifica jornada veraniega en un fabuloso entorno malagueño. Más que un sendero el recorrido de hoy ha sido una aventura maravillosa. Ha sido poco más de 1 kilómetro pero muy completo y divertido. Después de dejar el coche en un aparcamiento cercano, hemos subido hasta el inicio de la aventura por una acequia paralela al tramo que hemos descendido. Una vez en la poza de las mozas y después de darnos un buen chapuzón, hemos iniciado el descenso con balsas de agua y muchas piedras hasta llegar a la primera angostura. Pasamos a través de una especie de túnel, para continuar casi siempre nadando por las grandes balsas de aguas sin tocar fondo que nos encontramos. Decir que tanto delante nuestra como detrás como al lado, siempre iban otros “senderistas” haciendo el recorrido. Desde niños de no mas de 8-10 años a personas con más de 60 años. Para acabar el sendero y después de pasar una presa, solo nos queda un tramo algo largo sin tocar fondo y valorar el sitio que hemos tenido la oportunidad de ver. Hay que tener cuidado más que nada con tener resistencia para pasar los largos tramos de agua que con saber nadar. También con la gran cantidad de piedra resbaladiza que nos pueden dar un disgusto. Hay que repetir.